Ciudad de México.- Familiares y amigos le dieron el último adiós a la pequeña Gisselle de 11 años, quien fue encontrada sin vida el pasado 27 de enero.
La desgracia comenzó el 19 de enero, cuando la menor salió de su domicilio en la Colonia Villas de San Lorenzo para reunirse con su papá, quien es operador de la Ruta 33. Tenía la costumbre de acompañarlo mientras realizaba un par de recorridos, pero ese día la niña no llegó a la cita.
El balón dejó de rodar para Giselle de la forma más trágica. La niña de 11 años jugaba en un equipo de fútbol mixto en Chimalhuacán y soñaba con convertirse en profesional, pero fue asesinada.
La tarde de ayer sus compañeros vistieron el uniforme, pero no para compartir la cancha con ella, sino para darle el ultimo adiós.
La playera y los tenis que cada domingo portaba para comandar la defensa central fueron colocados sobre su féretro para recordar su pasión y entrega por el deporte.
«Era una niña muy alegre y sociable, pero su fuerte era el fútbol», recordó uno de sus tíos.
La muerte de Giselle, quien estudiaba sexto grado de primaria en la escuela Constitución y Reforma, no sólo lastimó a su familia y a su equipo, también a la comunidad de Chimalhuacán.
Comenzaron a buscarla en la colonia, pero no tuvieron éxito y reportaron su desaparición ante la Fiscalía General de Justicia.
Durante los días subsecuentes, sus seres queridos continuaron la búsqueda y también se sumaron amigos, vecinos e integrantes de asociaciones sociales.
Incluso, organizaron un par de manifestaciones para exigir a las autoridades que agilizaran los trabajos para localizarla.
La incertidumbre se prolongó hasta la tarde del domingo, cuando recibieron una llamada de personal de la Fiscalía Regional de Ixtapaluca. Las noticias no fueron positivas: un cuerpo femenino con las características de Giselle había sido localizado.
Horas después se confirmó que se trataba de la pequeña y sus restos fueron entregados a los familiares.
De acuerdo con reportes de la Policía municipal, el hallazgo ocurrió la mañana del 24 de enero en un baldío en el poblado de Coatepec.
El cadáver estaba desnudo y de la cintura hacia arriba había sido devorado por animales, por lo que tuvo que ser sometido a diversas pruebas periciales que se prolongaron varios días.
Muy cerca está el panteón Los Ángeles, donde ayer fue sepultada Giselle. Antes de que fuera cubierta con tierra, sus padres y tres hermanos se encargaron de que un par de balones la acompañaran.
ASÍ LO DIJO
«Te damos la gracias por darnos tantas alegrías, por ser una niña optimista. Nos llevamos un pedacito de todo lo que nos diste», mamá de Giselle.