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Fariseos, una tradición de la Cuaresma

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Empalme, Sonora.- La presencia de los fariseos durante la Cuaresma es algo muy tradicional en esta región del país, en la que se supone participan solo miembros de la Tribu Yaqui y Mayo, pero la realidad es que ahora incursionan en esta actividad personas ajenas a esas comunidades.

Los fariseos recorren las calles con sus tradicionales bailes al ritmo del tambor de cuero que hacen sonar con baquetas, lo que realizan para pagar una manda que los mantiene con vida, de acuerdo a la religión Católica, que profesan con fervor.

Salen a las calles desde el miércoles de ceniza, después de Carnaval, y hasta el sábado Santo, que realizan la procesión, con la quema de las máscaras y otras actividades del ritual.

Se les ve bailar tanto en las colonias de la periferia como en el centro de la ciudad, en donde solicitan la cooperación económica de las personas, que en ocasiones son generosas y les dan una buena ‘limosna’.

Sin embargo, en esta actividad se ha detectado a personas ajenas a la tradición de las tribus Yaquis y Mayos, que incluso los ridiculizan con bailes no propios del ritual, como se ha observado a través de las redes sociales.

Se dice que los fariseos Yaquis solo realizan los rituales en sus dominios y no salen de allí, por lo que aquellos que se les ve en las calles se supone que son los Mayos, que si salen más allá de su territorio.

Los verdaderos fariseos llevan siempre consigo un rosario en la boca, lo que les evita el habla, además que no se quitan la máscara durante la cuaresma, y su modo de caminar es un tanto encorvados; esa es la verdadera tradición ancestral y la deben de cumplir al pie de la letra.

Además, los verdaderos fariseos no permiten que se les tomen fotografías, mucho menos cuando realizan su procesión en las ramadas; hacerlo es una falta de respeto a sus antepasados y a la tradición.

Representan lo malo de la historia en la ceremonia de Semana Santa, y en sus danzas asumen los papeles de los romanos y los judíos para representar la pasión de Cristo.

Las máscaras que utilizan los fariseos están elaboradas a base de piel de chivo o cerdo de monte, y cuando se comunican lo hacen solo con señas, no emiten una sola palabra, además de los cascabeles que suenan cuando bailan, que es otra de sus características.

La presencia de estos personajes en las calles despierta la curiosidad de la gente, que les dan dinero para que bailen y ‘suenen’ el tambor, pero en otras causan miedo por la forma de las máscaras, sobre todo en los pequeños.