Ciudad Obregón, Sonora.- Llueva, truene o relampaguee, haga frío o calor, todos los días el pequeño Antonio (Toñito) sale a las calles de varias colonias de la ciudad para vender sus frituras y con ello apoyar en la economía familiar y para que su señora madre no trabaje tanto y – por tanto – le dure más años.
Recorre las calles de las colonias Oscar Russo Vogel, Pradera Bonita y otras del rumbo, hasta que termina de colocar su producto, para luego emprender el veloz regreso a casa, donde le entrega el dinero a la autora de sus días, “con todo y propinas”, dice sonriente.
Es el héroe en su casa, con su trabajo ha logrado mejorar la economía familiar, ya viven mejor gracias a su esfuerzo, pero eso sí, no descuida para nada sus estudios.
Toñito es todo un ejemplo de esfuerzo, de perseverancia y de amor a su familia… Si se lo encuentra en la calle, cómprele las deliciosas frituras que vende y de pilón le regalará una amplia sonrisa.
