Guaymas, Sonora.- Amarga experiencia vivieron esta tarde los pasajeros usuarios del camión amarillo 205 de la ruta Circunvalación, odisea que se inició desde la Plaza “El Vigía” hasta el fin de la ruta en la colonia Centinela, cuando el operador montó en cólera e hizo y deshizo con quienes venían a bordo de la unidad.
Hasta las dos de la tarde eran seis quejas que habían llegado a la redacción sobre este operador, y todas coinciden con lo sucedido.
Relatan que en Plaza “El Vigía” el chofer puso el freno de estacionamiento y se bajó de la unidad para discutir acaloradamente con una joven mujer, ante la vista de los pasajeros y cuanta persona pasaba por el lugar.
Luego de alrededor de diez minutos, el chofer subió de nuevo al camión y ahí empezó la amarga experiencia con quienes tuvieron el infortunio de haber abordado esta unidad del transporte público.
Con notable retraso en su recorrido y visiblemente enojado, arrancó el camión y enfiló con exceso de velocidad todo el recorrido, sin importarle baches y topes, mientras seguía la discusión, teléfono en mano.
“Iba ‘quemado’ (con el tiempo) y quería reponerse con la velocidad, los pasajeros le pedían la parada en los sitios determinados y los dejaba donde quería, incluso a estudiantes de la Secundaria Federal Dos los dejó hasta donde antes funcionara el minisúper Gurrola, en la colonia Gil Samaniego”, nos cuenta un usuario.
Lo mismo pasó con pasajeros que iban a la colonia Sahuaripa, Misión del Sol y Centinela, hasta que llegó al final de este último sector, donde termina la ruta, “y ahí todavía siguió discutiendo por el teléfono, que nunca lo soltó”.
Pidieron una enérgica intervención del Departamento de Tránsito Municipal y de la Delegación Regional del Transporte del Estado, pues personas como este operador no deben de seguir trabajando en la prestación de este servicio público, pues pueden dar origen a una tragedia, dadas sus explosivas actitudes.
