Inicio Nacional Se suicida enfermera con COVID-19; deja mensaje acusatorio

Se suicida enfermera con COVID-19; deja mensaje acusatorio

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Acapulco, Guerrero.- Definitivamente, el suicidio de la enfermera María del Carmen Galeana, quien se quitó la vida luego de resultar positivo a COVID-19 vino a cimbrar el sistema de gobierno que se tiene en el Estado y en el País, en lo referente al ámbito de salud para la atención de esta pandemia.

Ella y otros compañeros de trabajo del Hospital General “Raymundo Abarca Alarcón” ya habían denunciado que no tenían materiales ni equipo para atender a pacientes con coronavirus, pero no obtuvieron respuesta.

En días pasados comenzaron a tener cierta sintomatología y fueron aislados, les tomaron muestras y ella resultó positivo a SARS-CoV-2 /CVID-19).

Ayer fue encontrada sin vida en la habitación donde estaba aislada, pero antes María del Carmen escribió en redes sociales lo siguiente:

“Si mañana no despierto, quiero que sepan que no me mató el COVID, fui muerto por la indiferencia de gobiernos sucesivos que desproporcionaron negativamente los presupuestos de salud”.

“Fui muerto por quienes hicieron a las regiones responsables de la priorización del gasto sanitario, dejándome sin los implementos para protegerse; fui muerto por la corrupción, por aquellos a quienes la ley no reconoce como traidores a la patria; fui muerto por la pobreza que no dejó que la gente siguiera tolerando la infinentena; fui muerto por el individualismo, el yo único, el dios propio, el centro del universo, por aquel que cree que nadie más importa”, señaló María.

Días antes también había publicado:

“Mientras los muertos no sean tus muertos, no entenderás la gravedad de lo que estamos viviendo”.

Agregó:

“La sociedad sigue incrédula ante la situación por la cual estamos pasando, no, no son héroes sin capa, son personal de salud que día a día velan por tu familiar enfermo, que salieron de casa porque no tenían otra opción, todos trabajamos por necesidad, pero hay prioridades, ellos no podían suspender sus labores y se enfrentaron para cuidar, alentar y estar al pendiente al pie de la letra las recomendaciones para el paciente; en la facultad nos educaron para perseverar la salud de nuestros pacientes, no para dañar o empeorar”.

Y cuestionó:

“¿Tienen que vivirlo para creer? Todo es gracias a nuestra sociedad retrógrada que no entiende, que no te pudiste quedar en casa, porque tu empatía y valores no dieron para más”.