Hermosillo, Sonora.- Para la alcaldesa Célida López Cárdenas, “el cubre-boca ya es como el calzón o el brassiere (sostén)», al indicar que debe de portarse siempre en medio de esta pandemia por el COVID-19, a la vez que reafirmó su política recaudatoria a través de sanciones económicas para aquellos ciudadanos que desacaten las disposiciones.
Dijo que con el solo hecho de no portar cubre-boca, el ciudadano que no acate esta disposición será objeto de arresto y sanción económica.
Lo mismo será para quienes estén haciendo fiesta, donde además de las sanciones económicas, habrán de realizar trabajo comunitario por el desacato.
Pero el afán de multas no termina ahí, sino sigue con la restricción de movilidad en vehículos, que se determinó como medida para frenar los contagios de COVID-19, pero que se aprovecha para llevar más dineros a la Tesorería Municipal, en una política recaudatoria que ya se califica como desenfrenada.
