Phoenix, Arizona, EEUU.- Carlos Manuel Sandoval, de 65 años de edad, nació en Guaymas, Sonora, y por cuestiones del destino, desde muy joven, ya casado, se vino a radicar a esta ciudad arizonense, para ganar los dólares con el sudor de su frente, y aquí se quedó a vivir, pero sin dejar de voltear al mar, a su Guaymas querido.
Conoció en Guaymas a los 18 años de edad a Rosa, de entonces 17 años, y vino su primer hijo Carlos; se casaron y más adelante nacerían Azalía y Noé.
Al llegar a esta ciudad de Arizona, ambos se dispusieron a trabajar, él en una empresa de limpieza de ventanas, y ella en un mercado de mariscos de un guaymense.
La familia creció, los hijos hicieron vida aparte, llegaron los nietos y hasta dos bisnietos.
Pero Carlos Manuel nunca dejó de voltear a ver el mar, y si era de Guaymas mejor, en cuanto llegaba se iba a pescar, a probar aquellas deliciosas especies que produce el Mar de Cortez, a sacar lo necesario para tener el congelador lleno de alimentos para su familia.
A lo largo de su vida tuvo varios ingresos a hospitales, dos de ellos para trasplante de riñón, y el más reciente en junio, pero de este último caso lamentablemente ya no salió.
Carlos Manuel resultó con contagio de COVID-19. Estuvo dos semanas con respiración asistida, luchando por su vida, hasta que finalmente dejó de existir, dejando sumidos en el dolor a su familia.
Regresará a Guaymas, hoy en cenizas, las cuales serán esparcidas en el mar de este rincón de la patria que tanto adoró.
Descanse en paz Juan Manuel Sandoval.
