Ciudad de México.- El nuevo trazo que tendrá que hacerse al gasoducto Guaymas-El Oro, para librar uno de los ocho pueblos de la Tribu Yaqui tendrá un costo “incalculable” por el momento, que será absorbido por el Gobierno Federal, según se comprometió el presidente Andrés Manuel López Obrador, en su reciente gira de trabajo por Sonora.
La decisión la tomó el mandatario mexicano durante el encuentro con autoridades tradicionales de la Tribu Yaqui, celebrado en Vícam Pueblo, y obedece justamente a atender la demanda de uno de ocho pueblos de la etnia.
El nuevo trazo sería paralelo al ducto de Petróleos Mexicanos, a fin de aprovechar derechos de paso.
Mientras tanto, Comisión Federal de Electricidad (CFE), de acuerdo con el contrato signado con la empresa IEnova, dueña del gasoducto, tendría que abrir una nueva mesa de negociación con la prestadora del servicio.
El gasoducto operó solo de abril a agosto del 2017, pero los yaquis desenterraron el tubo a la altura de Loma de Bácum y se ampararon contra la empresa, que no contaba con los derechos de paso.
En Baja California Sur, el presidente López Obrador admitió que el Gobierno asumirá los costos del cambio de trazo del gasoducto y giró instrucciones a la CFE para negociar con los pueblos yaquis.
