Saltillo, Coahuila-. Tras sufrir un golpe directo en la cabeza durante un entrenamiento de box, Imanol Siller, un joven universitario de tan solo 19 años sufrió una hemorragia interna masiva que derivó en su muerte cerebral.
El sueño del joven vecino de la colonia Loma Linda era ser un campeón del ring, por lo que desde el año pasado entrenaba en el Centro Comunitario de su colonia, y después en el gimnasio del Instituto del Deporte de Coahuila, ubicado en el parque Venustiano Carranza.
“El miércoles pasado mi hijo nos dijo que lo pusieron a entrenar con un boxeador profesional, y que le dio un golpe en la cabeza que casi lo noquea, que vio blanco y se mareó”, narró Alejandra Siller, mamá de Imanol.
La joven promesa del boxeo estudiaba Mecatrónica en la Universidad Tecnológica de Coahuila, y todos los días por la tarde entrenaba durante tres o cuatro horas su deporte favorito, debido a que a finales de septiembre tendría su primera pelea.
“Al día siguiente de que nos contó sobre el golpe, me habló su entrenadora para decirme que Imanol se había desvanecido entrenando, que los paramédicos decían que tenía elevada la glucosa”, comentó la madre.
El golpe asestado en la cabeza de Imanol derivó en una hemorragia masiva interna casi 24 horas después, motivo por el que se desplomó al día siguiente durante el entrenamiento.
“Cuando yo vi a mi hijo ya estaba inconsciente, como si estuviera muerto, solamente le funciona el corazón y por eso lo trasladamos inmediatamente al Hospital Universitario”, narró Alejandra, quien lamentó que Imanol, su hijo, de 19 años haya recibido un golpe durante un entrenamiento de box que frustró sus sueños de convertirse en campeón de box.
La noche antes de sufrir la hemorragia, Imanol les contó a sus dos hermanos y a sus padres sobre el malestar que tenía en la cabeza, pero no pensaron en que las consecuencias serían de tal gravedad.
En el Hospital Universitario le dijeron a la familia de Imanol que no tenían nada por hacer y entonces lo trasladaron al Hospital Muguerza, en el que les sugirieron enviarlo a la Clínica 2 del IMSS, donde fue diagnosticado con muerte cerebral.
Aunque en realidad la familia espera un verdadero milagro, “yo quiero que mi hijo se levante, me lo quiero llevar a la casa, es tan joven, tiene tantos sueños, yo le pido a la gente que rece por mi hijo, necesitamos un milagro porque los médicos me dicen que ya no pueden hacer nada por él”, pidió Alejandra.
El personal médico le dice a la familia del joven que la alternativa en estos casos es realizar una cirugía, pero que para Imanol las probabilidades de que salga bien de ella son del 3%, por lo que no recomiendan practicarla.
Con información de: Grupo Zócalo