Sonoyta, Sonora.- Este punto fronterizo, colindante con Lukeville, Arizona, registra un importante cambio de unos días a la fecha, cuando a diario más de un centenar de tráileres se quedan estacionados durante las noches y madrugadas, pues sus operadores evitan el cruce nocturno del tramo carretero Sonoyta-Caborca-Pitiquito.
Ello se debe a la creciente violencia que se ha desatado en esta zona, donde numerosos operadores de unidades de carga han sido blanco de organizaciones delictivas.
Señalan que además les lanzan los llamados poncha-llantas para obligarlos a detener la marcha y con ello generar el caos.
Es así que nomás empieza a oscurecer y las unidades de carga comienzan a estacionarse en terrenos aledaños a la gasolinera Salcido, donde sus operadores hacen la pernocta.
Pero apenas aclara el día y rugen los potentes motores para continuar con su viaje en dicho tramo carretero, que es de alrededor de unos 180 kilómetros.