Agua Prieta, Sonora.- El trabajo perseverante de elementos de la Policía Preventiva de esta ciudad fronteriza, con el apoyo del comisario Marcus Vinicius Ornelas Quesada, condujo la historia de un indigente a un final feliz, con la localización y unión de Jorge con su familia, de quien se separó hace 14 años.
Entre sonrisas y lágrimas por la emoción, hoy Jorge Pérez Medina, de 47 años de edad, ya se encuentra de regreso en su natal Tijuana, Baja California, al lado de los suyos.
LA HISTORIA
La historia de este caso es larga, pero aquí trataremos de sinterizarla: Jorge, de entonces 33 años de edad, salió un día de su casa, le dijo a su padre Guadalupe Marcial Pérez Pérez que cruzaría a Estados Unidos, pero ya no regresó.
Así ando vagando por diversos lugares, hasta que en Agua Prieta los policías Gustavo Alonso Palafox Díaz y Miguel Ángel Terán Romero lo encontraron deambulando en medio de un intenso frío.
Andaba sucio, maloliente, con barba crecida y con hambre, por lo que con el apoyo de otros compañeros de la corporación le compraron un rastrillo para afeitar, jabón, shampo y ropa nueva; con eso quedó “como nuevo”.
El comisario puso también su parte y además le compraron una chamarra y alimentos diversos, entre ellos una piza familiar, que consumo en su totalidad.
Mediante la intervención de elementos de la Policía Cibernética y luego de varios días de investigación, se logró establecer que – en base a una licencia de conducir tramitada base años en Tijuana – su lugar de residencia.
Oficiales de aquella ciudad fueron a buscarlo, pero se encontraron con que la familia de Jorge ya no vivía ahí.
En varios medios de comunicación, de redes sociales, hicieron circular su fotografía del antes y después, con su nombre, y fue de esta manera como localizaron a su familia, quienes después de tanto buscarlo y a 14 años de distancia, ya pensaban que había muerto.
EL REENCUENTRO
Don Guadalupe Marcial Pérez Pérez y José Manuel Pérez Medina, padre y hermano de Jorge, viajaron a esta frontera de Sonora y tuvieron el reencuentro con su familiar, hoy de 47 años de edad, en las instalaciones de Seguridad Pública Municipal.
Hubo abrazos, rosas y llanto por la emoción del rencuentro, el agradecimiento eterno por este acto de gran calidad humana de todos los policías que participaron para que esto se hiciera realidad, y finalmente la despedida y el viaje de retorno.
Jorge ya se encuentra con su familia en Tijuana y será tratado por especialistas sobre un trastorno mental que lo llevó a vivir en la indigencia durante 14 años.
