Nogales, Sonora.- “¡Los bomberos llegaron sin agua!, ¡los bomberos llegaron sin agua!”, exclamaban los vecinos de una populosa colonia de la periferia de Nogales, mientras una vivienda era devorada por las llamas; nada se podía hacer, y es que “tronó” la toma de fuerza que impulsa el sistema de bomba de la máquina extinguidora.
Por esa razón, tras llegar al sitio del incendio y hacer el tendido de mangueras de alta presión, nomás no llegó ni una gota y las llamas seguían consumiendo las pertenencias de la familia.
El maquinista hacía esfuerzos por superar el desperfecto y accionar las bombas de agua, pero resultó imposible, hasta que llegó otro carro de bomberos y sofocaron las llamas, pero con pérdidas mayores.
