Ciudad Obregón.- En redes sociales existen muchas historias, buenas y malas, pero en esta ocasión queremos compartir con nuestros lectores de Opinión Sonora el caso de «Poli», una pequeña perrita de raza Chihuahua, que nació sin sus patitas delanteras.
Resulta que tanto «Poli», como una hermanita del mismo parto múltiple, nació con esta discapacidad y sus amos originales estuvieron a punto de dormir para siempre.
Pero de pronto aparecieron los nuevos amos, que la adoptaron y se preocuparon por darle una vida «normal», que pudiera caminar y de cierta manera valerse por sí misma.
Y es justo aquí donde empezó la «ingeniería» y con materiales reciclados de un consultorio dental le fabricaron una especie de prótesis con llantitas, que poco a poco fueron ajustando hasta llegar al punto óptimo.
Hoy en día «Poli» juguetea como cualquier mascota «normal», ladra aquí y allá, juega y es el punto de atención de sus nuevos amos.
Su hermanita también fue adoptada y tuvo una suerte parecida.
Hay que recordar que las mascotas, y en especial los canes, nos alegran la vida, forman ya parte de los seres humanos y merecen una atención especial, como fue el caso de «Poli».