El pasado lunes, un policía perteneciente al Comando Radioeléctrico de Rosario, Argentina fue condenado a 25 años de cárcel tras haber sido encontrado culpable de «homicidio calificado», luego de que en mayo del 2019 matara a quemaropa a una pareja de presuntos delincuentes.
Se trata del elemento Luciano Nocelli, cuya sentencia estuvo a cargo de los jueces Román Lanzón, Carlos Leiva y Mariano Aliau, quienes consideraron que el agente hizo “abuso de sus funciones como miembro integrante de una fuerza de seguridad”.
De acuerdo con la investigación, Nocelli efectuó dos disparos con su arma contra Jimena Daiana Gramajo, de 25 años, y le disparó en al menos dos ocasiones a Maximiliano Rosasco, de 35, cuando ya se encontraba en el piso y sin armas.
Todo quedó registrado en un video de una cámara de seguridad, donde se muestra que la pareja intentaba robarle sus pertenencias a una mujer, cuando un móvil policial intervino para evitar la situación. En ese momento, según versiones oficiales, se produjo un intercambio de disparos, hasta llegar a la intersección de la calle Buenos Aires y el Boulevard 27 de febrero, en la zona sur de Rosario.
Según las conclusiones a las que llegaron las autoridades, a través de esta filmación, la mujer fue baleada a una distancia máxima de 70 centímetros, mientras que el hombre fue baleado también por la espalda a más de un metro de distancia.
Tanto el joven, quien tenía un antecedente por una tentativa de robo, como la la chica que lo acompañaba, quien no tenía antecedentes delictivos y era madre de tres pequeñas de 3, 6 y 9 años, murieron horas después del hecho en el Hospital de Emergencias Clemente Álvarez, ubicado también en la ciudad de Rosario, Argentina.
La condena de Luciano ha causado polémica en redes sociales, pues usuarios critican que la justicia le está dando mayor protección a los delincuentes que al agente policial que “solo cumplía con su trabajo”.
“El mundo al revés, al que cumple con su deber lo castigan, al que trabaja, lo castigan, y al delincuente lo justifican”, comentó uno de ellos, en tanto que otro opinó que se trata de un abuso policial: “Les guste o no fue abuso de función, les disparó cuando estaban ya en el piso y desarmados”.
