Una niña de sólo 11 años fue torturada y quemada en un albergue llamado “Casa de Vida Camino a la Fortaleza”, ubicado en la colonia Santa Isabel en Tonalá.
Mónica, su madre, contó en entrevista para este medio que su hija ingresó el pasado 30 de junio debido a una ansiedad severa y ataques epilépticos que presentaba.
Explicó que fue el viernes 22 de julio cuando la menor habría sido rociada con alcohol y quemada, pero a ella el propietario del centro le notificó hasta el sábado.
La niña, de quien prefirió omitir su nombre, sufrió quemaduras de segundo grado en el 13% de su cuerpo: en el tórax del lado izquierdo, brazo izquierdo y abdomen.
Mienten sobre agresión a niña
Incluso dijo que en un principio el personal del albergue quiso hacer ver el crimen como un accidente para deslindarse.
“Ellos quisieron manejarlo como un accidente y no fue así. La niña los acusó enfrente de ellos, me dice ‘no mamá me echaron alcohol y me dieron un chicharrazo (pistola taser)’, y señaló en su cuello, fue entonces que pensé en una opción de cómo sacarla, y dije que la llevaría a revisión”.
Contó que la acompañó una empleada del centro llamada Estrella o Lizeth de aproximadamente 18 años: “es la encargada de las muchachitas, me fui a la Cruz Verde de la Central Vieja (Guadalajara) para que le hicieran el parte y de ahí se escapa, si supiera que era una de las agresoras la agarro y la entrego”, describió.
Del puesto de socorro, Mónica fue a denunciar a Ciudad Niñez, en un horario de 1:00 a 5:00 horas del domingo, según señaló.
De ahí se fue a la clínica 89 del IMSS que es la que le corresponde a la menor, pero la derivaron al Centro Médico donde la atendieron a las 07:30 horas. Ese mismo mediodía entró a quirófano para una primera cirugía plástica, y el próximo jueves tendrá otra operación, con la que determinarán si se le realizarán injertos de piel.
“Me duele todo lo quemado”
Mientras Mónica daba una entrevista telefónica a este medio, la pequeña de 11 años, quien sigue en el Centro Médico de Occidente, se escuchaba en las bocinas hablando del dolor que sentía en su cuerpo.
“Me duele todo lo quemado”, decía la pequeña, a lo que ella le respondía que la enfermera le iba a traer su medicina.
Pide ayuda y justicia
Mónica exige justicia y que un abogado las apoye para dar seguimiento a la denuncia que emitieron en Ciudad Niñez.
“Yo lo que quiero es justicia y todas las personas involucradas, no es una ni dos, son varias, que se les dé su merecido legalmente, y pido apoyo de un abogado, o las mismas autoridades que ayuden para que el caso se agilice.
“Si yo hubiera grabado a mi hija cuando la estaban curando, se me partía el alma de escucharla gritar de los dolores, y me preguntaba ‘¿por qué me hicieron esto a mí?’ Yo lo único que le pude contestar es porque son malos”.
Comentó que le cobraban 300 pesos a la semana en el refugio donde también había adultos que estaban internados por problemas de drogadicción y otros vicios.
Se deslinda Tonalá
Por su parte, el Ayuntamiento de Tonalá se deslindó y detalló que en ninguna dependencia municipal hubo reporte o denuncia al respecto y que harán lo correspondiente e investigarán el albergue.