Estados Unidos.- Una foto ha copado las redes sociales de indignación y protestas. En ella, Darren y Carolyn Carter se besan sobre el cádaver de un león al que acaban de asesinar en el desierto de Kalahari, Sudáfrica. Esta imagen es una de las muchas que la compañía Legelela Safaris usa en sus redes sociales para atraer a turistas a sus safaris por la república africana. «Trabajo duro bajo el ardiente sol del Kalahari… bien hecho. Un león monstruoso.» Era la cita que acompañaba a la foto en el Facebook de la compañía.
Además, como han señalado varios expertos en The Sun, el león ni siquiera se trataba de un animal salvaje. A juzgar por varios factores que se muestran en la fotografía, el león habría estado criado en cautividad con el único propósito de ser utilizado como objetivo de los turistas deseosos de experimentar la caza a este nivel. Ante las interacciones negativas que la imagen ha desatado en las redes, la familia Carter, quienes se dedican al negocio de la taxidermia, se han negado a responder a las preguntas planteadas bajo el pretexto de «la gran connotación política que tiene detrás».
El negocio de la caza
Por su parte, Legela Safaris se muestra como una guía para fotógrafos y cazadores que deseen vivir una «verdadera experiencia africana» tal y como anuncian en su página web. Desde su sede, en la provincia sudafricana de Estado Libre, se ofece a acompañar a los interesados hasta territorios de Mozambique, Zimbaue y el propio territorio de Sudáfrica con una sencilla tabla de precios en los que se pone precio a la vida de cualquier animal que habite las selvas y desiertos de estos países, desde una avestruz por 444 euros (500 dólares) a una jirafa por 2650 euros (3000 dólares). En la primera página de su web ofrecen la posibilidad de dar caza a «The Big 5», palabra del argot de los cazadores que unifica los cinco grandes trofeos de la caza mayor: el león, el leopardo, el rinoceronte, el búfalo y el elefante. Estos cinco animales también aparecen en su lista con un precio «A acordar».
Cabe destacar que estos cinco animales se clasifican como especies vulnerables, y especialmente el caso del rinoceronte negro, el cual se considera en peligro crítico habiendo desaparecido en su totalidad en algunos de sus habitats naturales, como ocurrió en Mozambique donde ya no quedan familias de esta especie.
Por otro lado, los últimos datos que ha obtenido el CITES en España han mostrado la exportación de productos animales con 848,8 kilos de pieles en trozos, casi de reptiles en su totalidad como cocodrilos, lagartos y serpientes de pitón. 35.146 animales vivos, especialmente tortugas, serpientes e iguanas así como 174.310 plantas.