Hermosillo, Sonora.- La creciente sequía que sufre el estado desde el verano del 2020, ha obligado a los productores de ganado, a reducir en un 24.4% el hato ganadero -en relación con el 2020-, esto con el fin de minimizar las pérdidas consecuencia de la extrema sequía que nos aqueja.
Héctor Platt Martínez, presidente de la Unión Ganadera Regional de Sonora (UGRS), comentó que los productores de ganado en el estado, despoblaron sus hatos ganaderos hasta en un 40%, esto con la finalidad de hacerle frente a la creciente sequía que aqueja al estado desde el verano anterior.
Sin una sola lluvia significativa en casi un año que beneficie a la recuperación de los pastizales, los focos rojos se han encendido y se espera con marcada ansiedad, que la temporada de lluvias próxima, sea realmente efectiva para la industria ganadera.
Respecto a cifras, la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Recursos Hidráulicos, Pesca y Acuacultura (SAGRHPA), indicó que los corrales de engorda se mantuvieron hasta un 60% de su capacidad, del 2015 al 2019 se mantuvo un promedio anual de 1’600,000 cabezas, pero en 2020 bajó a 1’250,000.
Otros datos complementarios indican que las vaquillas fueron las que mayor desplome tuvieron con un 46%, seguidos por los becerros 39%, becerras 21%, novillos 16% y vacas con un 14%; curiosamente, las exportaciones aumentaron en poco más de 8% comparado con las cifras del 2019.
Con esto se concluye que la recuperación de la industria ganadera, depende en gran medida que la temporada de lluvias y huracanes sea de gran beneficio para la región, y que la industria recupere su bonanza de años anteriores.