Empalme, Sonora.- A pesar de tener poco apoyo de su dirigencia nacional, en lo que a trabajo jurídico se refiere, trabajadores ferrocarrileros jubilados y activos luchan por el patrimonio que les pertenece, en este caso el edificio de la desaparecida cooperativa ferrocarrilera “Eliseo Flores”, hoy en manos de un particular completamente ajeno al gremio.
Muy en especial los jubilados ferrocarrileros luchan porque este edificio no pase a manos del particular, de nombre Melquiades Smith, quien se los está arrebatando mediante una serie de argucias legaloides, a grado tal que ya cobra la renta de los locales que hay en el edificio.
En el edificio de la extinta cooperativa ferrocarrilera hay al menos 11 locales comerciales en operación, entre éstos Banamex, que hasta hace unos años pagaban renta por el espacio que ocupan, al sindicato ferrocarrilero de la Sección 8.
Hace unos años Melquiades se reunió con un grupo de jubilados ferrocarrileros, a los que pidió prestado un espacio de la cooperativa para acondicionarlo como gimnasio para la práctica de box, a lo que éstos accedieron gustosamente, porque se trataba de promover y fomentar el deporte.
Pero cuál fue su sorpresa, que a la vuelta de un tiempo esta persona ya se ostentó como propietario del edificio tras promover un juicio de adjudicación basado en una carta de posesión que le expidió quien fuera síndico, Roberto Romero, en la administración 2012 – 2015.
De entonces a la fecha, trabajadores jubilados ferrocarrileros vienen luchando por rescatar este patrimonio, entre ellos Felipe Manríquez Mayorquín, que ha pedido en incontables ocasiones al dirigente nacional ferrocarrilero, Víctor Flores Morales, su intervención, pero sin la respuesta esperada.
Según, la dirigencia nacional del sindicato ferrocarrilero puso a disposición a su despacho jurídico para que trabajara en este asunto, pero todo indica que ha perdido la batalla, porque el particular que se posesionó del edificio hasta se ha dado el lujo de desalojar a algunos de los comerciantes que arrendaban algunos de los locales.
Incluso, está en proceso un juicio de embargo contra uno de los comerciantes, debido a que éste se negó a pagarle la renta, o al menos a no pagar hasta que se le haga entrega de factura, dado que las ocupa para su declaración fiscal.
En el caso de Banamex y otros comerciantes, el pago de la renta la están depositando en el Juzgado, en tanto se resuelve el juicio sobre la propiedad del edificio, dado que se tomarán medidas para que las autoridades judiciales, políticas y sindicales atiendan este asunto.