Saltillo, Coahuila.- Lento pero decidido, así fue como don Secundino Contreras tapó el bache que estaba frente a su casa, en la calle Reynaldo Nuncio en San Antonio de las Alazanas. A sus 86 años, y con ayuda de su burro, acarreó piedras desde el monte y se dispuso a trabajar.
Desesperado por no obtener respuesta de las autoridades, y al ver que cada vez el bache se encontraba más profundo, decidió hacer lo que sabe: trabajar.
«Yo tengo esa costumbre, porque mi papá así me enseñó desde chiquillo, antes había caminos de tierra, no había carreteras y había unos hoyos tan hondotes así, y me decía: ‘mira hijo, hay que echarle piedras, pasa la carreta y no da el trancazo’”, relató.
Él escuchaba y miraba cómo los carros que pasaban por la calle caían en el bache y no esperó más. Esta no era la primera vez que lo hacía, ya antes había tapado varias veces el mismo bache, que con la corriente de agua frecuentemente se hace.
Aseguró que su único objetivo es rendir homenaje a las enseñanzas de su padre, servir a su tierra, que tanto quiere y dar ejemplo de que lo que se propone se puede lograr.
«De mover mi cuerpo de que no se inutilice, esa es la necesidad que tengo de estar activo, no como yo podía antes, no, pero poquito a poquito”, concluyó.
Con información de: Grupo Zócalo