En diciembre de 2019 Alina Narciso y su pareja, Luis Rodrigo (quien era supervisor), tenían una discusión muy fuerte en su casa en inmediaciones de Playas de Tijuana, en Baja California. Ambos eran policías.
De acuerdo con la defensa de Alina, su pareja tenía a la mano su arma de cargo, misma que usó para golpearla e intentar matarla. Ella logró quitarle la pistola y le disparó, provocándole la muerte.
A pesar de los exámenes que demostrarían que actuó en defensa propia, Alina, de 27 años, acaba de ser sentenciada a 45 años de prisión y a pagar poco más de 420 mil pesos como reparación del daño.
De acuerdo con medios locales, los certificados médicos mostraron que cuando Alina fue detenida por matar a su pareja, quien también era su agresor, tenía golpes y moretones en los brazos, el cuello, el tórax y restos de sangre en los labios.
Eso, de acuerdo con la defensa, demuestra que Alina era víctima de violencia doméstica y que, según su testimonio, su pareja habría intentado matarla con su arma de cargo.
En el cuerpo del hombre encontraron alcohol y cocaína.
En una entrevista para el medio Frontera, la mamá de Alina, Socorro, explicó que ahora va a seguir luchando por su hija porque ella no es ninguna delincuente.
“Mi hija tuvo el valor de defenderse, la misma corporación le dio esa arma, la misma corporación la entrenó para defenderse y ahora le dan la espalda. No entiendo”.
En conferencia de prensa, la gobernadora de Baja California, Marina del Pilar, anunció que se reunió con la mamá de Alina y le van a dar acompañamiento jurídico para que pueda presentar los recursos de impugnación.
Afirmó que el caso debe ser analizado con perspectiva de género.
