Por Judith Bustamante/Nogales Noticias
Nogales, Sonora.- Hace dos días leíamos la terrible noticia de que, una pequeña de tan solo 11 años perdió la vida en manos de la expareja de su madre, muchos fueron capaces de señalar, incluso culpar a su madre por lo sucedido, la realidad es otra.
Según argumentos de la abuela Artemisa, su hija Luisa había interpuesto una denuncia a su ex pareja Jesús N. por daños ocasionados, solo obteniendo una hoja de protección, misma que se comprobó no fue efectiva ante la violencia que el hombre tenía hacía ella y en esta ocasión contra Zafiro.
“Cuando se denuncia y no se pone atención pasan estas cosas”, comentó la abuela.
En otras ocasiones se habló que se acudió al C4, mismo lugar donde les dijeron que tenían que encontrarlo o agarrarlo en flagrancia, algo que tampoco fue efectivo, dado a que tuvo tiempo de lesionar a Luisa y arrebatarle la vida a la pequeña, además de huir.
“Esto es una tragedia, un dolor muy grande que nos dejan para toda la vida”, subrayó.
Zafiro como la gran hija que era, empezaba a cursar sexto año de primaria y el próximo año iría a la secundaria; un día antes de la tragedia jugó con sus primos y abuela juegos de mesa, convivieron como siempre y se fue a casa con su madre.
El día de los hechos al escuchar a su mamá suplicar por auxilio, quiso detener al agresor, siendo ella lastimada hasta perder la vida; hoy Zafiro un bello ángel fue la heroína que mostró el valor y coraje de defender a quien denunció, gritó y exigió seguridad.
Una condena de 90 años no regresa a Zafiro, ni quita el dolor tan grande, es un llamado a autoridades, no esperen tanto para atender o escuchar denuncias de mujeres que sufren violencia, hoy ellas los necesitan, mañana puede ser tarde.
