La sonorense Clara Elena Laborín Archuleta evitó que el Cártel de los Beltrán Leyva se fracturara y gracias a sus contactos creó una red de lavado de dinero.
En sus inicios, el Cártel de los Beltrán Leyva estaba integrado por los hermanos Arturo, Héctor, Alfredo y Carlos. A su vez, la organización criminal perteneció a La Federación, un grupo formado por varios cárteles liderado por Joaquín El Chapo Guzmán Loera, Ismael El Mayo Zambada, Juan José Esparragoza Moreno e Ignacio Nacho Coronel.
Sin embargo, la detención de Alfredo, conocido como El Mochomo, en Culiacán, Sinaloa, en 2008, provocó la fractura de los Beltrán Leyva con La Federación, principalmente con El Chapo, a quien acusaron de entregar al hermano a las autoridades.
La captura, asesinato y persecución de los hermanos desató la sospecha de que el Cártel de los Beltrán Leyva se fracturaría en células criminales, pero Clara Elena Laborín Archuleta, esposa de Héctor Beltrán Leyva, mejor conocido como El Ingeniero, evitó la ruptura tras asumir el mando de la organización.
Clara Elena nació en Agua Prieta, Sonora, el 19 de febrero de 1964; antes de casarse con El Ingeniero ganó el concurso Miss Sonora y en la década de los noventa se alió con Guillermo Ocaña, exconductor de televisión y representante artístico, quien fue detenido en 2010 por lavado de dinero.
Ese mismo año, Clara Elena fue secuestrada en Hermosillo, Sonora, y trece días después sus captores la abandonaron con un mensaje, por lo que el secuestro se atribuyó al Cártel de Sinaloa, en represalia por el asesinato de Alejandro Coronel, de dieciséis años, hijo del capo Ignacio Coronel.
En 2014, la ex Miss Sonora, quien ya contaba con el respeto y el respaldo de las bandas que conformaban a la organización, finalmente tomó las riendas del cártel y fue conocida como La Señora u Osiris; sin embargo, en septiembre de 2016 fue capturada, lo que provocó que el Cártel de los Beltrán Leyva se fracturara por completo.
De acuerdo con la Procuraduría General de la República (PGR), actualmente hay siete grupos criminales que emanaron de la organización, varias de ellas desertoras y enemigas entre sí. Con información de la Silla Rota
