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«La abracé y yo sentí que estaba dormida, pero cuando ya la toqué estaba fría»

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Estado de México.- Luego de que se difundiera la fotografía del presunto feminicida y violador de la niña Camila, de tan solo nueve años, sus vecinos de la colonia Poder Popular, en Chalco, se dieron a la tarea de organizarse. Casa por casa, buscaron a Marciano Cabrera Romero, alias Leonardo o El Chaparro, familiar de la pequeña y primer sospechoso del atroz crimen.

Los habitantes ya tienen identificado a Marciano, pues además era vigilante de la colonia. Tomaron tal desición debido a que las autoridades se mostrron incrédulas a las versiones de los afectados y a su pobre acción de búsqueda.

Ingresaron a azoteas, escuelas, locales de negocios y fraccionamientos de la zona; sin embargo, no lograron dar con él.

Tras la tensión que se generó en la zona por el sujeto, tres patrullas permanecerán cuidando la zona para prevenir algún linchamiento, pues los vecinos aseguraron que harían pagar al responsable.

Incluso, durante la velación de los restos de la niña, alguien aseguró haber visto al criminal en la zona, por lo que inmediatamente se comenzó otra movilización por las calles y techos.

El 31 de diciembre la pequeña Camila pidió permiso a su padre para salir de su casa para tronar cohetes; sin embargo, ante la tardanza de la menor, pues ya daban las ocho de la noche, sus familiares se preocuparon y salieron a buscarla por todos lados.

Con ayuda de los vecinos y familiares recorrieron las calles para dar con ella, y tras no encontrarla, salieron las primeras acusaciones en contra de Marciano Cabrera, a quien los familiares habían visto antes del incidente rondando la casa, a pesar de que los lugareños ya lo habían corrido hace una semana por acosar a las niñas.

Al surgir tal idea, inmediatamente acudieron al domicilio de Marciano, donde encontraron el cadáver de Camila con visibles marcas de tortura y violación. El padre de la niña contó a las autoridades cómo fue el momento en que vio a su hija:

«La vi en un colchón tirada, golpeada y semidesnuda, y la verdad la abracé y yo sentí que estaba dormida, estaba desmayada, pero cuando ya la toqué estaba fría, estaba totalmente fría”.