Después de una larga batalla para vencer un agresivo cáncer en etapa 4, una familia regresa a casa para celebrar fiestas navideñas junto a su pequeña, hoy vencedora de esta enfermedad.
A Chloe le detectaron la enfermedad cuando tenía 12 años, al inicio comenzó a cojear, Shawn Cress, su padre, pensó que solo necesitaba terapia física.
En junio del 2018 la cojera se volvió en fiebre, la llevaron al doctor, después de unas pruebas de laboratorio todavía no podían descubrir que era lo tenía, para ese entonces la pequeña ya presentaba dolores de espalda.
Después de varios estudios, a la familia Cress, le informaron que su pequeña tenía rabdomiosarcoma alveolar, un cáncer poco frecuente que se forma en el tejido blando del músculo esquelético o en órganos como la vejiga o el útero.
Rápidamente la familia se trasladó a Memphis en Estados Unidos, para que Chloe pudiera continuar el tratamiento en el Hospital de Investigación Infantil St. Jude, a más de siete horas de su hogar en Kingsport.
Chloe Cress fue diagnosticada de cáncer en fase terminal.
En una entrevista a la cadena CNN, Shawn dijo, “Me preocupaba que algo le sucediera a toda la familia por mi culpa”, “Me refiero a problemas de dinero, y todo tipo de cosas así. Incapaz de tener la misma casa en la que crecí, tener mis perros, tener todo lo que amo».
Cada vez eran más constantes las citas médicas, en ocasiones pasaban hasta 14 horas en un día en el hospital. Además, comento que la parte más estimulante para la pequeña era reencontrase con sus dos perros Buu y Rollie.
Después de dos largos años, la semana pasada los médicos le dijeron a Chloe que después de una muy dura batalla contra la enfermedad, su cáncer había entrado en remisión. La niña dijo que se siente aliviada por finalmente irse a casa. No podrá volver a la escuela de inmediato, y probablemente estará en cama al menos por el resto del año escolar.
“Es casi surrealista. Había días en los que pensaba que este momento nunca iba a llegar”, indicó Chloe. La adolescente tendrá que ir a hacer revisiones cada tres meses al hospital, pero las previsiones son por fin buenas.
