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Piñatas de doña Elisa, una tradición navideña en Empalme

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Empalme.- Desde hace casi 40 años doña María Elisa Pérez Amador se dedica a la venta de piñatas navideñas, en la que inició de casualidad, y hoy se ha convertido en una de las que mayor demanda tiene en esta ciudad, incluso muy por encima de las dulcerías.

La elaboración de piñatas se convirtió al paso del tiempo en un pequeño negocio familiar, en el que participan hijos y nietos, y que hoy en día representa un ingreso extra en casa.

Narra que hace 38 años, un mes de diciembre estaba en un puesto que tenía en el tianguis, en donde vendía bisutería, juguetes y otros productos, y se dio cuenta que algunas personas acudían en busca de piñatas navideñas, pero nadie allí vendía, por lo que esos clientes se iban con las manos vacías.

Dice que al domingo siguiente que acudió al tianguis llevó tres piñatas que elaboró durante la semana, mismas que se le vendieron de inmediato, pero como ya se acercaba Navidad ya no volvió a hacer.

Al año siguiente, en diciembre, elaboró 20 piñatas e igual todas se vendieron, y fue allí cuando decidió empezar con este negocio, que poco a poco fue creciendo al paso de los años.

Pérez Amador comenta que después dejó el tianguis y empezó a trabajar en su casa, a donde la gente acudía a la compra de las piñatas tradicionales de Navidad; “cada año era más los clientes que me buscaban; ya no eran 20 piñatas, sino hasta 100”.

Señala que hoy en día elabora unas 500 piñatas, y para cuando llega el 24 de diciembre ya se le terminan, y en ocasiones hasta le hacen falta, pues la demanda es mucha.

Hay gente de empresas, como la Ford, de Hermosillo, así como plantas pesqueras, Maquilas Tetakawi y algunos particulares de San Carlos, que año con año le hacen pedidos de bastantes piñatas, mismas que ya tiene contempladas.

Menciona que un grupo de ingenieros que residen en San Carlos le hacen pedidos de piñatas de siete picos, y eso es año con año, por lo que las debe de tener ya listas para cuando llegan las posadas.

Doña María Elisa dice que la fabricación de las piñatas las inicia desde el mes de junio, con la elaboración de las ‘bolas’, con la finalidad que para noviembre ya tenga la consistencia necesaria y no sufran daños.

Luego, en octubre damos inicio con la elaboración de los conos, y a principios de noviembre se da paso a la decoración, para que desde principios de diciembre estén totalmente acabadas y listas para la venta al público, puntualiza.