Huatabampo, Sonora.- No estudio medicina, tampoco enfermería o algún curso de especialización, pero sus manos han recibido a cientos de recién nacidos, en una labor de partera que está a punto de extinguirse, pues durante 87 años se ha entregado a este oficio que le heredó su bisabuela.
Ella es Basilia Gómez Valenzuela, una mujer que ya cumplió 100 años de edad, es de origen Mayo y que desde los 13 años de edad atendió el primer parto para recibir a un niño.
La labor de las parteras está por extinguirse, ello debido a los avances en materia de salud, a los que tiene acceso la población en general, pero que décadas atrás no existía.
De manera repetitiva llegaban a casa de Basilia personas que iban por ella para que atendiera a una mujer en trabajo de parto, dejaba su comunidad de Buiyarumo, del municipio de Huatabampo, para irse a recibir al nuevo cristiano.
Con el paso de los años y los avances de los servicios de salud, esta actividad fue reduciéndose de tal forma que hoy en día es sumamente escasa, es raro cuando Basilia atiende un parto.
Abel Ramírez Torres, presidente de la agrupación indígena Jiapsy Yoreme, dijo que así como la labor de las parteras, también se han ido extinguiendo en los pueblos originarios numerosos usos y costumbres, por lo que el Gobierno debería hacer algo para mantener nuestras raíces.