Nogales, Sonora.- Con apenas 10 años de edad, Flor Sarahí estuvo a punto de quedarse sola, sin familia alguna, cuando su abuela y sus padres resultaron contagiados por el COVID-19 y en una semana falleció su padre y su abuela, y milagrosamente su madre se salvó, logró superar la crisis en el hospital del IMSS.
Según el reporte de la Dirección de Salud Municipal, a cargo de Zenén Padilla, el coronavirus afectó primero a sus padres, quienes fueron internados en el hospital del Seguro Social, ambos bajo graves condiciones de salud.
A los días el padre de Flor Sarahí falleció a causa del COVID-19, su madre seguía intubada, muy grave, y su abuela – que la estaba cuidando a ella – también cayó en cama.
La misma niña estuvo asistiendo a su abuela, hasta que repentinamente entró en crisis y murió en sus brazos, justo a una semana de haber muerto el padre.
La niña, asustada porque su abuela no respondía, llamó al 911 y llegaron los servicios de emergencia, así como una unidad de la Policía Municipal, pero ya nada
había por hacer por la mujer, pues había dejado de existir.
Ante el panorama que envolvía a la pequeña Flor Sarahí, fue puesta bajo resguardo en un albergue del Sistema Municipal para el Desarrollo Integral de la Familia (DIF).
SE SALVA LA MAMÁ
Tras librar una dura batalla contra el COVID-19, finalmente la madre de Flor Sarahí logró superar los efectos y ya fue dada de alta, para pasar a continuar con el tratamiento a su casa.
Ya sin su papá y sin su abuela, Flor Sarahí regresó a su casa para seguir apoyando en la recuperación de su madre, tras los trabajos de sanitización practicados por la Dirección de Salud Municipal.
Flor Sarahí refleja tristeza en su rostro, pero se muestra contenta de que su madre se encuentre en vías de recuperación de su salud.
Vive una experiencia que por poco la deja sola en este mundo, con apenas 10 años de edad.
