Londres, Inglaterra.- La justicia por propia mano nunca es la mejor opción para dirimir una ofensa, pero Sarah Sands no tuvo otra salida ya que descubrió que un sujeto había abusado sexualmente de su hijo, por lo que se vio obligada a tomar justicia por propia mano.
La mujer buscó al sujeto para reclamarle su proceder, pero al verlo y notar su risa burlona, no se pudo contener y lo apuñaló en repetidas ocasiones hasta acabar con su vida; el pedófilo de 77 años de edad, identificado como Michael Pleasted, murió a causa de las múltiples heridas ocasionadas en el ataque.
Sarah argumentó que en repetidas ocasiones había denunciado al sujeto y que las autoridades no habían hecho nada al respecto, y aunque ya había 24 denuncias en contra del pedófilo, las autoridades no procedían, por lo que Sarah decidió actuar en venganza por la agresión hacia su hijo.
Y aunque su intención no era matarlo, sólo quería amenazarlo y hacerlo confesar para que se declarara culpable, ella tomó un cuchillo y fue a casa del sujeto a enfrentarlo; ya al abrir la puerta el sujeto y recibirla con su característica risa burlona, la mujer no se pudo contener y lo apuñaló hasta acabar con su vida.
Finalmente y con su confesión fincada ante las autoridades, Sarah dice no estar arrepentida, «no es algo que me enorgullece, estoy tranquila, sé que él ya no puede dañar a nadie, aunque hice algo malo no soy mala persona», argumentó; sobre Sarah pesan cargos ineludibles que habrá de enfrentar, pero su amor de madre la hizo actuar de esa forma en defensa de su hijo.