Estados Unidos.- La vida nos presenta situaciones que ponen en perspectiva los diferentes aspectos de la condición humana, el caso que hoy nos ocupa, es el de un joven atleta naturalizado estadounidense que fue adoptado por un hombre gay siendo un pequeño desnutrido y sin futuro, hoy es un destacado atleta del país de las barras y las estrellas.
Se trata de Jordan Pisey Windle, joven atleta integrante de la selección estadounidense que participa en los juegos olímpicos de Tokio 2020; Jordan siendo un pequeño niño que vivía en la marginación, desnutrido y sin futuro alguno, en su país de origen, Camboya, fue rescatado y adoptado por un hombre gay estadounidense que lo sacó de su vida destinada a la marginación.
Las historias de vida tienen desarrollos y finales felices, al día de hoy, Jordan de 22 años de edad, se clasificó segundo en clavados desde la plataforma de 10 metros, y es un serio aspirante a medalla; hace algunos años, esto sería casi imposible de imaginar.
Finalmente Jordan disfruta sus logros y su nueva vida, agradece al hombre que lo rescató a los 18 meses de edad y demuestra que la relación de un hijo con su padre adoptivo en condición gay, no impide que la relación de amor y respeto sea un claro ejemplo de vida.