Culiacán, Sinaloa. Desde hace tres años, don Humberto Carbente Flores, de 51 años de edad, no sabe nada de su hija Miriam Carbente, quien se extravió en el trayecto a la capital de Sonora, pero él no pierde la fe y la esperanza de encontrarla.
Con un cartel atado a su cuello, llega a distintas ciudades y se coloca en transitados cruceros para que la gente lo vea y le ayuden a localizar “a su pequeña”.
Salió de Hermosillo en días pasados, en una travesía que estima dure un mes y medio.
Ya estuvo en cruceros de Guaymas, Ciudad Obregón, Los Mochis, entre otros, hasta “aterrizar” en esta capital de Sinaloa.
De origen poblano, dijo que su hija salió de Puebla hace tres años, con rumbo a Hermosillo, pero que nunca llegó a su destino.
Desde entonces la anda buscando, pero para sufragar los gastos del viaje se ayuda con la venta de Mazapanes y paletas de cajeta.
Su sueño es localizar a Miriam, poderla abrazar, decirle cuánto la ama y llevarla a vivir bajo su protección.