Porque «no hay nada qué hacer» derechohabiente del IMSS fue dada de alta a pesar del intenso dolor que limita su movimiento.
Virginia Orduño Anguiano sufrió accidente hace tres meses y desde entonces ha lidiado con mal trato por parte de directivos del seguro de la diez.
Denunció que solo le han hecho radiografía para enviarla a terapias que no puede hacer por el dolor en espalda y piernas.
Tirada en la banqueta con una cartulina con la exigencia de destitución de Imelda Ramírez, directora del hospital de la calle diez, la enferma reclamó sus derechos.
Se quejó de que el doctor Barba no le quiso dar incapacidad a pesar de que no puede moverse y ha ingresado a urgencias en tres ocasiones.
Me traen en puras vueltas, lamentó, en Las Villas me dijeron que me vaya a trabajar pero no puedo y no quieren hacer más estudios.
Mostró desesperación por haber pasado tres meses de dolor y no saber qué tiene por lo que pidió atención inmediata.
Acusó a la doctora Ramírez de prepotente y grosera al señalar que debe ser destituida del cargo