Guaymas, Sonora.- La organización en el proceso de vacunación contra el COVID-19 ha sido un total fracaso y ha despertado las más fuertes críticas de parte de quienes han acudido – hasta ahora – a aplicarse el biológico, no por el proceso que corresponde al Sector Salud, sino por la parte que les corresponde a los llamados “servidores de la Nación”.
Sin un esquema organizacional bien definido y una mecánica de admisión y proceso que brinde celeridad, algunos siervos dan una orden y el otro, a un lado, cambia la misma, para generar un descontrol total.
En esta semana tocó la aplicación de los adultos mayores de 60 años, por orden alfabético, pero como no llevaban el control de cuántas personas iban a recibir y en qué tiempo podían atender, aquello se volvió un caos.
Para ejemplo nos escribe una vecina de la localidad, sumamente molesta: “Solo para desahogarme con alguien: Vine con mi señor Padre a aplicarnos la vacuna en el Conalep; mi papá un señor de 92 años con andadera, le dieron preferencia por no poder caminar con facilidad, pero me salen con que yo ahora tengo que hacer fila y a él dejarlo que
me espere donde pueda; yo tengo 63 años y gracias a Dios puedo caminar y esperar, pero a él no lo puedo dejar solo abajo de un árbol a que me espere a hacer tanta fila… Esto es un total des…dre, estoy muy enojada”.
Y como este caso, las quejas se multiplicaban a cada minuto, en un proceso lleno de órdenes erráticas que no llevaban a dar prontitud al procedimiento y la aplicación de las vacunas.
Y todavía falta el grueso de la población.