Guaymas, Sonora.- Una vez más la ingesta excesiva de bebidas embriagantes fue factor determinante de un accidente de vialidad, pero no un accidente común, sino uno que dejó tres personas fallecidas y tres más lesionadas, incluyendo al conductor presuntamente responsable y quien al parecer se encontraba en avanzado estado de ebriedad.
René Alejandro, residente de la calle Biznaga, del fraccionamiento Ocotillo, es la persona que manejaba la camioneta Ford “Explorer”, de color gris, de donde salió expulsada una hielera con botes cerveza y hielo.
Resultó con quemaduras en el 70 por ciento de su cuerpo, fue rescatado de entre los fierros retorcidos y trasladado al Hospital General de Guaymas, para luego de ser estabilizado, lo enviaron al Hospital General del Estado, en un esfuerzo por salvarle la vida.
Pero la obra de su imprudencia quedó atrás: Tres personas fallecidas y dos más lesionadas, así como pérdidas totales en su camioneta, además de un pick-up Toyota “Hilux”, de color blanco, y una motocicleta.
René Alejandro regresaba de Empalme con marcado exceso de velocidad, estuvo a punto de colisionar con un vehículo que iba en la misma dirección, pero al vitar a su izquierda, brincó el camellón central y se estrelló de frente contra el pick-up y de paso la motocicleta.
Camioneta y pick-up se volcaron e incendiaron, junto con la motocicleta; en el interior de la cabina del Toyota quedaron los cuerpos calcinados de Andrés Guzmán Arellano y Vielca Verdugo Valenzuela, ambos originarios de Ciudad Obregón, trabajaban como enfermeros en el Hospital del IMSS en Guaymas y vivía en el fraccionamiento Villa Dorada, de Empalme.
Su hija Tania, de 6 años de edad, fue sacada con vida del vehículo, pero falleció en el mismo sitio, mientras que el niño Manuel Alonso permanece internado en el Hospital del IMSS, prácticamente huérfano de padres y sin su hermanita.
Este trágico accidente se suma a la lista de hechos trágicos, consecuencia de la ingesta desmedida e irresponsable de bebidas embriagantes, con la conducción de vehículos: Una familia destrozada con la muerte de tres de sus cuatro integrantes, puyes solo quedó el niño, cuyas lesiones son de pronóstico reservado.
