Guasave, Sinaloa.- De plano, Diego Iván Espinoza, Carlos Saúl Valenzuela y Alfredo Azael Castro traían el “santo volteado” o la mala suerte los perseguía; naufragaron en costas de Sonora, duraron cinco días a la deriva hasta que los rescataron frente a Guaymas, y tras ser dados de alta en el Hospital General de aquel puerto, se regresaron por carretera a Guasave y dos veces se quedaron “tirados”.
Como se informó con oportunidad, los tres pescadores de la cooperativa “Cerro Cabezón” salieron de su campo pesquero en el Municipio de Guasave, el jueves de la semana anterior, pero naufragaron frente a las costas de Sonora, a causa del oleaje producido por la tormenta tropical “Lorena”.
Tras cinco días a la deriva y movidos hacia el Norte por las corrientes marinas, finalmente la mañana de ayer fueron rescatados por pescadores ribereños frente a Guaymas y llevados al Hospital General, de donde a las 18:00 horas de ayer fueron dados de alta.
En un pick-up de la cooperativa y acompañados de sus familiares, los tres pescadores iniciaron el viaje de regreso, opero antes de llegar a Vícam el vehículo “tronó” y se quedaron “tirados”.
De ahí le siguieron en autobús hasta Guasave, abordaron otro pick-up para irse al campo pesquero, donde viven, y se volvieron a quedar “tirados”.
Dolo dos de ellos llegaron a su lugar de residencia, en un viaje de seis horas, que duró doce; Carlos Saúl Valenzuela y su padre decidieron quedarse en Guasave, no quisieron seguir porque “ya era mucha mala suerte”.
El secretario general de la Cooperativa “Cerro Cabezón”, Jorge Luis Romo, dijo que “ya traían la suerte volteada, se supone que harían unas seis horas de camino, pero hicieron doce horas, apenas a las 6:00 horas de hoy llegaron todos sanos y a salvo a sus casas”.
