Guaymas, Sonora.- Una fiesta de jóvenes para recibir el Año Nuevo 2020, con admisión de 200 pesos, sobrepasó por mucho el número de asistentes y llegó el momento en que al calor de las copas la situación se salió de control y aquello se convirtió en un evento sin control, donde ni la policía se animó a entrar “para evitar dificultades”.
Vecinos del sector residencial Villa de Miramar señalaron que la música era estridente, por doquier los asistentes realizaban sus necesidades fisiológicas, hubo hasta conatos de bronca y recordadas de progenitora, entre otras palabras altisonantes.
Y es que en una casa del lugar se armó todo para llevar a cabo una fiesta que – aunque privada – se estuvo cobrando 200 pesos la admisión, pero no se previó que la asistencia casi llegaría a las 400 personas, a grado tal que ya no hubo cupo y quienes estaban en el interior del inmueble ya estaban incómodos por el sobrecupo.
Los llamados a la línea de emergencia fueron insistentes, pero – a decir de los vecinos afectados – no hubo intervención alguna de la autoridad y aquello terminó hasta las cinco de la mañana, en medio de un mar de basura y una escena maloliente por los orines.
Hubo quienes salieron golpeados y fueron retirados por los mismos asistentes.