Ciudad Obregón, Sonora.- Haciendo un lado las nuevas tecnologías y el llamado “patas de hule”, un delincuente tomó su fiel cuaco, se montó en él con sombrero, paliacate al rostro y un revólver, y decidido se fue sobre un vendedor de la empresa “Bokados”, cuando surtía una tienda de abarrotes de la comunidad de “El Portón”, pero no le resultó el asalto.
Los hechos ocurrieron alrededor de las diez de la mañana en el ejido Vicente Guerrero «El Portón», donde según el decir de vecinos, de entre el monte apareció el jinete sobre un caballo café, sacó su arma y le ordenó al vendedor que le entregara el dinero de las ventas.
La respuesta del empleado fue: “La regaste mi compa, apenas es la primera tienda que llego y parece que va a ser fiado, no hay lana todavía, ahí pa’la otra”.
Con el rostro desencajado, el frustrado delincuente — forajidos les decían en tiempos del viejo Oeste estadounidense –, optó por agarrar monte de nuevo para perderse de vista.
La policía buscó seguirle la huella, pero ante lo agreste del terreno, decidieron dejar las cosas para mejor ocasión.
