Guaymas, Sonora.- Víctor, de solo 17 años de edad, es un joven sano, que desarrolla dos empleos, uno como vendedor de quesadillas en la vía pública, y el otro como repartidor de productos varios que entrega a domicilio en su motocicleta, pero desde la mañana de ayer un accidente le vino a cambiar la vida para siempre.
El joven guaymense iba a bordo de su motocicleta cuando en la avenida Naranjo y la calle Guadalupe un pick-up Ford negro, donde iban al menos cinco personas en la ingesta de bebidas embriagantes, no hizo alto y provocó aparatoso accidente.
Primero chocaron contra un auto Mercury, de color dorado y modelo atrasado, donde viajaba una pareja con sus dos hijos menores; todos resultaron golpeados.
Pero el joven motociclista, tras el primer choque, fue embestido por el pick-up en descontrol, que también se llevó un poste de madera de Teléfonos de México y la esquina de una vivienda. Consecuencia de este accidente, este día tuvieron que amputarle dos dedos de su mano izquierda al joven motociclista, al ser intervenido en el quirófano del Hospital General de Guaymas.
SIN RESPONSABLES
Tras el accidente, del vehículo Ford pick-up bajaron apresuradamente dos sujetos, en evidente estado de ebriedad, y se retiraron del sitio para eludir responsabilidades.
Dos motociclistas compañeros del lesionado entraron en su persecución hasta el sector “Caliche”, los señalaron ate elementos de la Policía Municipal, que los detuvieron, solo que más tarde fueron liberados “porque no eran ellos”, aunque fueron directamente señalados y vistos por al menos una decena de personas.
El caso es que no hay responsables de este accidente, nadie ha dado la cara para hacer frente a los gastos que ocasionan las atenciones médico-hospitalarias del joven lesionado, así como tampoco de los daños ocasionados.
¿Será un caso más que quedará en la impunidad?
