Guaymas, Sonora.- Aparte de las lesiones que sufrió en el antebrazo, muñeca y mano izquierda, la señora Blanca Azucena, 34 años de edad y vecina de la calle 11 y avenida primera del sector Yucatán, ha pasado por toda una odisea, donde en ninguna autoridad ha encontrado eco y la traen de oficina en oficina.
Relata que a las nueve de la mañana del miércoles 10 de marzo regresaba de la tienda a su casa, pero metros antes de llegar le salió al paso un perro de la raza Pitbull, de la Carpintería Contreras, se le fue encima y la mordió en la extremidad superior derecha.
El feroz anima, es de Manuel Arturo, dueño de la carpintería, quien se prestó para llevarla al Hospital del Seguro Social y hasta ahí fue su participación.
UN PEREGRINART SIN RESPUESTA
Desde ahí Blanca Azucena inició con un peregrinar por diversas dependencias, una para obligar al dueño del animal para que se hiciera responsable, y para que el feroz can ya no siga atacando a personas, pues antes que ella, ya ha mordido a cuatro más.
Fue al C4, de ahí a Comandancia Centro, y la conminaron a arreglo con el propietario del Pitbull.
El jueves fue al Ministerio Público y de ahí al Centro de Atención Integral de la Fiscalía General de Justicia, en el sector Miramar, luego la enviaron al Juzgado Civil y de ahí a otra dependencia y no la dejaron entrar.
La mandaron a la Defensoría de Oficio y no había nadie, a Derechos Humanos, a espaldas de la plaza Tres Presidentes y estaba cerrado.
El caso es que a la fecha sigue sin poder trabajar, cubriendo los costos de medicamentos y curaciones y, lo más delicado, el Pitbull sigue suelto en espera de una nueva víctima.