Galveston, Texas, EEUU.- Una pareja de esposos que creían firmemente que sus cuerpos no necesitaban la vacuna contra el Covid-19, desafortunadamente fallecieron dejando a cuatro pequeños huérfanos, todo por que sus padres nunca quisieron aplicarse el biológico tan necesario para salvar vidas.
Lydia Rodríguez de 42 años de edad y su esposo Lawrence de 49 años, residentes de Galveston, Texas, estaban convencidos de que sus cuerpos no necesitaban la vacuna, para cuando quisieron rectificar el camino era demasiado tarde, ambos contrajeron la enfermedad la cual acabó con sus vidas; Lydia, su esposo y otros miembros de su familia se contagiaron durante un campamento de la iglesia a la que pertenecen, y precisamente ellos dos fueron los únicos fallecidos.
En sus últimos momentos, Lydia Rodríguez que fue profesora de piano le pidió a su hermana «por favor, asegúrate de que mis hijos se vacunen», su solicitud fue escuchada y atendida, pero la realidad es que el daño ya estaba hecho: ahora cuatro niños ya no tienen a sus padres con ellos.
Lawrence había fallecido dos semanas antes que ella, la pareja permaneció en el hospital en cuidados intensivos a pocos metros uno del otro, hasta que desafortunadamente sus vidas se extinguieron; hasta el último día, Lawrence continuó con su idea de que la vacuna no era necesaria, ahora sus hijos son los que están pagando las consecuencias.
