Saltillo, Coahuila.- Un comerciante e intendente de la secundaria Justo Sierra de la colonia Guayulera, se quitó la vida con una pistola. Se disparó al no soportar el dolor que le causó la pérdida de su esposa, quien murió un día antes víctima del coronavirus.
Cristóbal Torres García perdió a su amada esposa, quien no soportó el dolor que le causaba el contagio de Covid y decidió darse de alta en forma voluntaria del hospital del IMSS en el que era atendida.
Según los hijos del matrimonio, María Isidra, de 57 años, no quiso seguir internada en la Clínica 2 del Seguro Social, pues se negó a ser intubada por bajos niveles de oxigenación y decidió salir por voluntad propia. Falleció tres horas después en su domicilio de la calle Ignacio Ramón.
Este viernes, su esposo, Cristóbal, y el resto de la familia, acudieron al ejido La India, que se ubica al sur de Saltillo, sobre la carretera 54, para dar cristiana sepultura a la madre de familia.
Todos regresaron al domicilio, donde Cristóbal comenzó a preparar documentos y, en presencia de su hijo, decidió quitarse la vida de dos balazos.
Cristóbal, de 67 años, era un conocido comerciante de la primaria Justo Sierra, donde también fungía como intendente. Entregó a su hijo Juan Antonio una bolsa que contenía las escrituras de la vivienda y los ahorros de la familia.
El hombre lloró y pidió a su hijo que se hiciera cargo de todo como nueve jefe de familia.
Fue hacia otra habitación donde tomó un revólver calibre 38. Juan Antonio presintió algo y fue en busca de su papá quien se apuntaba en la sien.
Hizo un intento por abrazarlo y consolarlo, pero Cristóbal decidió reunirse con el amor de su vida. Empujó a su hijo y lo derribó; el jóven desde el suelo observó cómo su padre acabó con su vida, detonando el arma y una bala se alojó en su cabeza.
El trágico episodio conmocionó a los vecinos de la Guayulera, quienes no daban crédito al lamentable suicidio.