España.- No habrá animales en tiendas, ni perros considerados potencialmente peligrosos, ni sacrificios de mascotas que estén sanas.
El anteproyecto de ley de Protección y Derechos de los Animales que ha presentado este miércoles el Ministerio de Derechos Sociales fijará un marco a las legislaciones autonómicas y establecerá nuevos requisitos que afectarán a animales domésticos, silvestres o incluso a las ‘colonias felinas’, así como a sus dueños, ya que contempla nuevas normas como la prohibición dejar a los perros más de veinticuatro horas solos o la
necesidad de contar con un curso de formación para sus titulares.
Para la ministra, la ley avanza en el fin del «disfrute cruel con los animales», al prohibir a nivel nacional las peleas de gallos, el tiro a pichón o el tiro a tubo, aunque deja fuera la tauromaquia.
“Queda mucho por hacer”, ha soslayado Belarra. Sí pone coto, en cambio, a los circos, ya que prohíbe espectáculos con animales salvajes como leones o tigres. Y limita la cría y venta de animales a profesionales registrados, apuntando también a la estelirización de
animales domésticos en los domicilios en los que haya animales que puedan reproducirse.
Supervisión y formación para los dueños
El Gobierno quiere que los animales de compañía no se queden solos.
Por ello, estará prohibido dejar sin supervisión a cualquiera de ellos, como gatos o hurones, durante tres días consecutivos, aunque pone especial énfasis en los perros. Para los canes, este plazo no podrá ser superior a las veinticuatro horas. Además, según fija el borrador, las personas titulares o responsables de perros deberán hacer antes de su
adquisición un curso de formación acreditado, cuyo contenido se determinará reglamentariamente. El objetivo, dice el borrador, es facilitar “una correcta tenencia responsable del animal”, que muchas veces está condicionada por «la ausencia de conocimientos por parte de la persona propietaria”.
En cualquier caso, quedará prohibido mantener de forma permanente a cualquier animal en terrazas, balcones, azoteas, trasteros, sótanos, patios o vehículos y, en caso de pérdida del animal, deberá comunicarse en el plazo máximo de 48 horas, ya que no hacerlo será considerado abandono, multado con hasta 100.000 euros.
Perros peligrosos
El texto modifica el régimen jurídico sobre animales potencialmente peligrosos, y ya no se podrá aplicar esta consideración a los perros de razas como los Pit Bull o los Rottweiler. Sin embargo, sí contempla la realización de estudios de sociabilidad que analicen el carácter del perro y que podrían derivar en una calificación del can como «de manejo especial», que conllevaría obligaciones sobre los lugares y espacios en los que se desenvuelven para evitar fugas. Fin a los animales en tienda.
Solo habrá peces en las tiendas de animales. La ley prohibirá la exposición y venta de animales de compañía en estos espacios, ya que cuando se apruebe la ley solo podrán ser adquiridos a criadores profesionales o de protectoras, en un intento de evitar la “compra
compulsiva” de los animales. No obstante, seguirá siendo posible la cesión entre particulares, siempre que sea gratuita y con un contrato de por medio. Los criadores, a su vez, no podrán trabajar con animales que no sean autóctonos.
El objetivo de la ley es lograr el «abandono cero», para lo cual se impulsa la identificación de las mascotas. Los cálculos del ministerio apuntan a que aproximadamente el 50% de los animales de compañía en España se encuentran fuera del control oficial, al no estar
identificados. En un intento de reducir las cifras, y además de limitar la venta, todos los animales de compañía deberán figurar en los registros oficiales. Así, se crea el Sistema Estatal de Registros para la Protección Animal, que constará de hasta cinco listados diferentes, incluidos el de animales de compañía, el de núcleos zoológicos o el de profesionales de la cría. También se crea otro registro nacional de personas
inhabilitadas penal o administrativamente para tener animales o trabajar con ellos.
“Presentamos una ley de sacrificio cero, no se matarán animales que hayan sido abandonados y, para ello, ponemos en marcha una serie de herramientas para alcanzar el abandono cero”, ha asegurado el director general de Derechos de los Animales, Sergio García Torres.
De hecho, solo se podrá sacrificar a los animales en caso de eutanasia justificada bajo criterio y control veterinario en casos muy concretos. Y se prohíbe expresamente el sacrificio por cuestiones económicas, de sobrepoblación, carencia de plazas, imposibilidad de hallar adoptante en un plazo determinado o vejez. Sin embargo, este punto no es
suficiente para algunas organizaciones. El presidente de la protectora El Refugio, Nacho Paunero, asegura que la redacción del texto no es lo suficientemente clara y abre la puerta a seguir sacrificando o eutanasiando a animales con enfermedades incurables pero tratables o heridas graves.
Esterilizaciones
La obligatoriedad de esterilizaciones en determinados supuestos es uno de los puntos más polémicos de la norma. Para evitar la reproducción incontrolada de los animales de compañía, los animales que se mantengan o tengan acceso al exterior de las viviendas, como pueda ser el caso de los gatos, deberán estar esterilizados. Y si en una misma vivienda o ubicación hay más animales de la misma especie y de distintos sexos, al menos todos los miembros de uno de los sexos deben estar esterilizados, salvo en el caso de criadores.
Colonias felinas
Se protegerán las colonias felinas, ya que el anteproyecto recoge que se fomentará «la colaboración ciudadana para el cuidado de los gatos comunitarios». Se prohíbe el sacrificio de los gatos comunitarios, salvo por motivos eutanásicos y debidamente certificados, así como la retirada de ejemplares con carácter general.
Distintivo en los recintos que no admitan mascotas
Ya no será necesario buscar recintos “pet friendly“. En general, se entenderá que los animales domésticos serán bienvenidos en establecimientos públicos y privados, alojamientos hoteleros, playas, restaurantes y bares y, en caso de no admitir la entrada del animal, estos «deberán mostrar un distintivo que lo indique, visible desde el
exterior del establecimiento».
Hasta 600 mil euros de multa en infracciones graves
Se prevén sanciones que van hasta los 600 mil euros para las infracciones muy graves, como serían matar a un animal o causarle secuelas permanentes de forma intencionada, el sacrificio de animales no autorizado, cazar gatos callejeros o el adiestramiento y uso de
animales para peleas y riñas con otros animales o personas.