“Sabes que me dejaste muerta en vida con la ausencia de mis niñas, de mi niño, de saber que estás en ese lugar donde sé que no estás bien”, le escribió Erika Janeth el pasado 4 de octubre a Braulio, feminicida sentenciado por el asesinato de sus dos hermanas.
La madre compartió hace unos días su caso a la activista Frida Guerrera, a quien también mostró un par de cartas: la primera, dirigida a Braulio, su primogénito, la segunda a Yiyari y Diana, hijas suyas también y hermanas de su feminicida.
La misiva de Erika fue dirigida a su hijo de 17 años, quien el pasado 28 de septiembre fue sentenciado a cinco años de prisión por los feminicidios de sus hermanas y el intento de feminicidio de su madre.
La recopilación del relato realizado por parte de Guerrera refiere que el juez comentó al joven que sus actos merecían cadena perpetua, sin embargo, la pena le fue fue impuesta por su condición de menor de edad.
«Mi vida no tiene sentido sin ustedes me siento muy triste de saber tantas monstruosidades que les hizo la persona que se supone las cuidaría y las defendería de todo peligro, no puedo entender porque tanto odio, rencor hacia ustedes y conmigo», se lee en la epístola redactada por la madre que presencio cómo su hijo mayor ahorcaba a una de sus hermanas.
Después de forcejear durante más de hora y media, relató la afectada, el agresor la golpeó con la culata de la pistola, por lo que estuvo inconsciente por nueve horas tras llegar tarde a casa y encontrarse con la escena en su cuarto.
Braulio se encontraba en la vivienda de Tecámac, Estado de México, donde Erika dejaba a sus hijas mientras trabajaba en un restaurante a diez minutos, desde donde llamaba cada hora para tener certeza de su seguridad.
El hijo fue aceptado, una vez más, tras haber huido del hogar de su padre y argumentar que era violentado por el mismo, situación que ocurrió, al menos, en tres ocasiones distintas por las mismas diferencias.
Asesinato sin comprobar
Además del feminicidio, la tortura y el abuso comprobados a Braulio en contra de sus hermanas, el joven también es el principal sospechoso por la muerte de Diego, hijo menor de Erika que en el reporte de las autoridades se constató que «murió por muerte de cuna» (Sic), aún cuando una de las hermanas fue testigo del asesinato.