Ciudad de México.- Grupos protectores de animales en Singapur buscan a una mujer que aparece en un video torturando a un perro de manera brutal.
En las imágenes, se observa a una mujer de 20 a 30 años sosteniendo a un cachorro por el cuello y posteriormente le rompe las patas y le quema los ojos con un cigarro.
El perro trata de quejarse por el dolor pero tiene la boca amordazada. El video tiene una duración de aproximadamente cinco minutos.
La Sociedad Para la Prevención de la Crueldad hacia los Animales en Singapur fue alertada sobre este video e interpuso una denuncia, pero se desconoce de dónde proviene el material.
Distintos grupos en contra del maltrato animal están buscando a una mujer que deliberadamente apagó su cigarrillo en los ojos de un perro cachorro, mismo al que después le rompió las patas.
A través de su página oficial de Facebook, no obstante, sevcompartieron algunas imágenes que exponen a la agresora de piel morena y cabello oscuro fumando el cigarrillo y tomando al perro del cuello. El clip mostraba además el cruel momento en que aplastaba el tabaco en los ojos del animal en repetidas ocasiones.
«Estamos explorando todas las posibilidades y apelando urgentemente a la información dar con la responsable. Estamos unidos contra la crueldad animal, donde quiera que ocurra»,SPCA Singapur.
Posteriormente le arrancaba las patas sin importarle sus aullidos y evidente dolor. Segundos después era posible apreciar que el hocico del perro ya había sido cubierto con cinta adhesiva. Es por ello que la SPCA pidió a cualquiera que conozco la identidad de la mujer, proporcionar información a las autoridades correspondientes de su país, o contactarse con ellos en [email protected].
Integrantes de la asociación piensan que el video pudo haberse filmado por sindicatos que se benefician de las películas de tortura animal, incluidas las producidas ex profeso para un fetiche sexual.
Por su parte, la activista a favor de los derechos animales, Carla Day, inició una petición para recaudar firmas que orillen a las autoridades a buscar con más rigor a la abusadora, con el propósito de que el incidente no sea ignorado y se le asigne un castigo.