Tucson, Arizona, EEUU. Luego de un largo peregrinar por consulados estadounidenses para alcanzar una Visa humanitaria, finalmente una afligida madre logró dar con el paradero de su hija, que – víctima de violencia intrafamiliar – cayó en el mundo de las drogas y estaba viviendo en condición de calle en esta ciudad, expuesta a riesgos.
Judith Silva, residente de Hermosillo, narró que hace 15 años su hija se casó con un ciudadano estadounidense y se fueron a radicar a Tucson, donde nacieron sus tres hijos.
Agregó que al tiempo la pareja comenzó a tener problemas, el sujeto la golpeaba y finalmente las autoridades determinaron que los tres hijos quedaran bajo la custodia de la abuela paterna.
Jessica entró en una profunda depresión y cayó en el mundo de las drogas, a grado tal que comenzó una vida en condición de calle, durmiendo bajo puentes o en plazas públicas.
Su madre se enteró de la situación y buscó con autoridades migratorias estadounidenses una Visa humanitaria, hasta que se la concedieron por una semana.
Tras cuatro días de intensa búsqueda, finalmente Judith logró localizar a su hija en esta ciudad y hoy – con apoyo de las autoridades – se encuentra en un centro de desintoxicación, de donde es probable que se le traslade a México al lado de su madre, quien ya se encuentra más tranquila, tras dar con el paradero de su hija y que hoy está bajo resguardo.