Estados Unidos.- Y ni la muerte los separó. A 3 días de recibir la vacuna contra Covid-19, dos adultos mayores que tenían más de 70 años compartiendo sus vidas, fallecieron tomados de la mano en un hospital de Ohio, Estados Unidos el pasado 16 de enero a consecuencia de contraer el contagioso virus.
Novios desde su adolescencia, amor que al madurar los llevaría al altar hace 70 años, Dick Meek, de 89 años, y Shirley Meek, de 87, murieron uno pocos minutos antes que el otro en el Riverside Methodist en Columbus, Ohio, de acuerdo a lo que los familiares cercanos a la senil pareja declararon a CNN.
Debido a que la muerte de uno y otro se sucedió de forma rápida, Debbie, una de sus hijas, expresó lo agradecidos que estaban de que estos dos integrantes de un duradero, entrañable y amoroso matrimonio partieran de este mundo sin tener que pasar por el «hasta que la muerte los separe» pronunciado por los religiosos en las iglesias.
Cabe mencionar que los conyugues se encontraban esperando su turno para recibir la vacuna anti SARS-COV-2, la cual les sería administrada el 19 de enero es decir, estuvieron a 3 días de que esta les fuera inyectada, día en que coincidentemente Dick cumplía los 90 años de edad.
Dick y Shirley no fueron para nada una pareja ordinaria, ni aún cuando las canas empezaron a hacer acto de presencia y las fuerzas comenzaron a faltarles. El matrimonio se conoció durante sus años de secundaria y desde ese momento fueron inseparables el uno del otro. Según las declaraciones de sus allegados, él se enamoró de ella desde el primer momento en que la miró, aun y cuando las situaciones de amor a primera vista para algunos son difíciles de creer. La pareja festejó sus 70 años de matrimonio el pasado 22 de diciembre.
Pero no se piense que la vida familiar les impidió experimentar el mundo con inmensa pasión. Entre sus numeras aventuras, estuvo hacer paracaidismo, viajar por el mundo y hacer acto de presencia en eventos especiales para los hijos de sus hijos, incluso, ya cuando estaban entrados en años.
La clave de su buena relación a lo largo de 7 décadas fue que siempre se daban el tiempo para estar juntos ellos dos solos, agendando una cita a las 3 de la tarde todos los días, espacio que utilizaban para brindar el uno por el otro.
La decadencia de su salud tras el contagio del Covid-19
Dick y Shirley dieron positivo a la prueba Covid-19 el pasado 26 de diciembre, misma que se realizaron tras presentar síntomas que en un inicio pensaron que era una simple gripe. No obstante, luego de pasar días sintiéndose mal, decidieron acudir a un centro de atención de urgencia para que allí se les llevara a cabo la prueba de SARS-COV-2. Desde aquel momento, conforme a lo declarado por la familia, la salud de los dos ancianos empezó a decaer rápidamente.
Dick el 2 de enero fue ingresado al Coshocton Regional Medical Center, siendo el primero de los dos en ser internado. Dos días transcurrieron para que Shirley también fuera admitida en el centro hospitalario. Los dos ya presentaban cierta dificultad para respirar.
Puesto que su estado de salud en lugar de mejorar, empeoraba, los médicos le informaron a los familiares que era necesario que los dos fueran llevados a otro hospital. A pesar de que en aquel tiempo las condiciones que se presentaban era que fueran trasladados a nosocomios distintos, el mismo personal de salud intercedió para que ambos fueran ingresados al Riverside Methodist Hospital.
A partir del 8 de enero, una vez internados en este nuevo hospital, la salud del matrimonio Meek pasó por subidas y bajadas. Fue esta situación ambivalente, lo que llevó a los hijos, nietos y bisnietos a pensar con optimismo que ellos iban a lograr superar el Covid-19, no obstante, los pulmones de ambos de deterioraba día con día.
Hasta el final de sus vidas
Una vez que el personal de cuidados intensivos informó a los familiares que a Dick y a Shirley solo les quedaban pocos días de existencia en este mundo, los hijos del matrimonio solicitaron que los pusieran en una misma habitación, puesto que sabían que para ellos lo más importante siempre sería estar juntos.
Además de colocarlos en el mismo cuarto, pidieron que les pusieran de fondo una colección de canciones con su música favorita mientras se sostenían las manos. Gracias a la determinación de los profesionales de la salud, el matrimonio pudo disfrutar sus últimas horas de vida tomados de las manos y con suaves melodías de fondo. Ella fue la primera en dejar de existir, Dick se fue minutos después, cuando una enfermera colocó la cabeza de Shirley en su hombro y frotándolo le dijo que ella lo estaba esperando, tras lo cual el cerró los ojos para nunca más abrirlos.
La familia declaró a CNN que se sintieron muy satisfechos de que Dick y Shirley se fueran juntos y de la mano. Agradecieron al hospital por tener la delicadeza de prestarse a sus deseos y pidieron al mundo entero que se cuiden de contagiarse de Covid-19.
