Tijuana, Baja California.- Un niño de un año y diez meses de edad no fue asesinado por un perro, como relató la familia a autoridades en un primer momento, sino que cuenta con heridas de arma punzocortante, por lo que su muerte se investiga como homicidio doloso.
Después de que los primeros datos aportados por la familia afirmaban que el menor, Edwin Ángel, había sido atacado en el patio por el perro de la familia.
Alrededor de las 10:30 horas del jueves, una llamada al 911 solicitó una ambulancia en la vivienda ubicada en la calle San Cristobal de la colonia Lomas de San Martín, pues un niño había sido mordido en el cuello por el perro de la familia, de raza pastor alemán.
Policías municipales acudieron al lugar y confirmaron que el menor ya no se encontraba con vida.
Edwin Ángel presentaba varias heridas, principalmente en cuello y rostro, así como manchas de tierra en casi todo el cuerpo, principalmente en las manos, cara y rodillas.
La bisabuela del menor, María del Carmen, explicó que la madre de este no estaba en casa, por lo que ella y su nieto de 17 años quedaron encargados del cuidado del pequeño Edwin Ángel, quien cumpliría dos años en octubre.
María del Carmen salió de la casa y cuando regresó, no escuchó ni vio a su bisnieto, por lo que le preguntó a su otro bisnieto, un adolescente de 17 años, quien le dijo que lo había visto jugando en el patio.
Cuando ella fue a buscarlo, lo encontró ya sin vida y con diversas heridas, por lo que lo cargó y lo llevó al interior de la vivienda, en un pasillo, para intentar atenderlo, pero este ya no respondía.
El adolescente le dijo que seguramente el perro lo había asesinado, pues tenía varias heridas. La mujer no vio al perro atacar al niño, pero asumió que eso había ocurrido.
Sin embargo, cuando peritos de la Fiscalía General del Estado (FGE) ingresaron a la vivienda, encontraron manchas de sangre en un colchón y en la pared, así como un cuchillo.
En cambio, cuando las autoridades revisaron al perro, este no tenía manchas de sangre.
Al revisar el cuerpo de Edwin Ángel, encontraron heridas punzocortante, las cuales no coinciden con las mordidas de un perro.
De manera adicional, policías solicitaron la presencia de la Dirección de Control Animal, cuyo personal se llevó al perro de la familia, así como a otros perros que encontró en la calle.
La vivienda colinda con una casa donde vive una persona con una enfermedad mental, quien al ser entrevistado por los policías, respondía incoherencias.
Será por medio de la necropsia en el Servicio Médico Forense (Semefo) que se determinará la causa de muerte del menor.
Mientras tanto, la Fiscalía General del Estado (FGE) integra la carpeta por este caso.
