El pasado sábado 5 de noviembre, se llevaba a cabo el bautizo del pequeño Liam, y lo que era un día de festejo se convirtió en una tragedia.
Después de finalizar la ceremonia religiosa, la familia se dirigía en una camioneta al salón de fiestas para festejar el bautizo del bebé.
La madre del niño, una joven de 16 años, lo llevaba en brazos, pero en determinado momento el vehículo frenó abruptamente, por lo que el bebé se le soltó y cayó en una olla en la que llevaban la comida caliente.
Rápidamente, el bebé fue sacado de la olla; sin embargo, presentaba fuertes quemaduras de segundo grado en el 50 por ciento de su cuerpo, por lo que fue trasladado al Hospital General de Torreón de manera urgente.
El infante estuvo en el área de terapia intensiva del nosocomio, donde fue atendido de las heridas en el rostro, tórax, abdomen, ambos brazos y manos, así como en la pierna izquierda.
La familia se contactó de inmediato con la Fundación Michou y Mau, por lo que el lunes por la tarde fue trasladado en avión a Galveston, Texas, Estados Unidos, donde continuará con la atención médica en el Hospital Shriners Children´s Texas.