Guaymas, Sonora.- Desde el día 20 de febrero del presente año la vida para la señora Yari Salas y su pequeña hija se convirtió en una pesadilla tan desesperante, que no le ven salida y que – por el contrario – cada día se ve más complicada la salud de la pequeña, que no tiene un diagnóstico bien definido para su manejo.
La historia de este caso nos la cuenta la propia madre de familia, en una acción desesperada por salvar a su pequeña:
“Amigos y familiares, soy Yari Salas y necesito de su ayuda para mi hija, ya no sé qué hacer ni a quién recurrir; mi hija ingresó al Hospital General de Guaymas el día 20 de febrero a las 7:30 pm, de donde ya la había llevado a las 2 de la tarde por una crisis convulsiva y la asistente encargada de decidir si es urgente dijo me tenía que esperar, que porque mi niña no tenía nada y que se veía bien”.
“Sin embargo, se volvió a poner mal y después de ingresar al hospital ese día 20 de febrero, se decidió trasladarla al Hospital Infantil del Estado de Sonora (HIES) de Hermosillo, de donde me la pasaron al IMSS de Gineco Pediatría, donde estuvo internada 20 días, 9 de ellos en terapia intensiva,
tratada por médicos generales ya que no cuentan con Neurólogo, ni con los aparatos que se necesitan para la condición en la que se encuentra mi bebé”.
Además tuvieron que sacarla del hospital estando intubada a una clínica particular a realizarle una Resonancia Magnética y también tuvimos que contratar a una neuróloga pediatra para que acudiera personalmente con sus herramientas de trabajo al IMSS a realizarle un electroencefalograma a mi niña”.
“Después de despertar, decidieron trasladarla aquí a Ciudad Obregón, donde estamos desde el lunes pasado esperando mejoría, todavía ni siquiera tenemos un diagnóstico concreto, se está manejando la enfermedad de mi hija como una posible meningitis autoinmune”.
“El pasado viernes me la iban a dar de alta y ese mismo día se puso grave, al grado que el pasado sábado de nuevo entró a terapia intensiva”.
“Estamos desesperados, ya no sabemos qué hacer ni a quién acudir para que ayuden a mi hija, desde que llegó solo la han mantenido sedada”.
“No le han realizado ningún estudio para ver cómo sigue su cerebro y quiero pedirles a todas las personas que si saben a dónde puedo acudir, alguna Fundación que me ayude, o alguna persona de buen corazón que me diga qué hacer”.
“Necesito saber a dónde puedo llevar a mi hija para que la atiendan como se debe, cada día que pasa su cerebro se afecta más, y no quiero llegar al punto de perderla… Ayúdenme por favor”.