Ciudad de México.- Un hombre iraní creía que padecía estreñimiento, o eso le hizo creer a su esposa para no revelar que en realidad se había introducido una botella de agua en el recto.
Por el temor a la reacción de su esposa y la vergüenza, el paciente se resistió por al menos 3 días a ir al hospital, hasta que su pareja lo llevó finalmente a un centro médico preocupada por su falta de apetito, el dolor abdominal y la incapacidad de usar el sanitario.
Los hechos ocurrieron en Sarí, la capital de la provincia de
Mazandarán, ubicada en el norte de Irán, donde el sujeto de 50 años, cuya identidad no fue revelada, tampoco confesó a los médicos del Hospital Imam Khomeini lo que estaba ocurriendo hasta que un “CT scan” (tomografía computadorizada) dejó al descubierto su secreto.
Según un artículo del Clinical Case Reports Journal, el individuo
empujó el fondo de la botella pensando que de esta forma podía sacarla más fácilmente agarrando la parte superior; no obstante, no tuvo éxito y el objeto quedó atorado en el intestino grueso.
Los médicos no especificaron si el paciente les explicó la razón por la que introdujo la botella en su recto; sin embargo, comúnmente lo realizan como una práctica sexual. El iraní fue sometido a una cirugía con anestesia para extraer el recipiente, donde por fortuna no sufrió heridas internas o perforación en los intestinos.
Según medios locales, tras permanecer tres días en el hospital, fue dado de alta, pero transferido a una clínica psiquiátrica para evaluación, pues de acuerdo con Clinical Case Reports, el hombre tenía antecedentes de depresión.
Especialistas de la salud aseguran que se han presentado casos
similares en hombres de todo el mundo, principalmente de entre 30 y 40 años. Otros objetos recuperados del recto incluyen bombillas, botellas, porras, latas de aerosol para el cuerpo y basters para pavo, dijeron.
Información por El Heraldo de México