Una madre de 37 años se declaró culpable el pasado mes de diciembre por el asesinato en segundo grado y maltrato infantil de su hijo de 2 años, por lo que fue sentenciada a 55 años de prisión.
De acuerdo con NBC 12 News, un médico forense concluyó que Noah Tomlin falleció a causa de un traumatismo contundente en la cabeza, así como síndrome del niño maltratado.
Este niño fue golpeado profusamente. Su cuerpo no pudo aguantarlo más. La muerte fue una buena amiga para Noah porque su cuerpo ya no resistía más. El abuso fue demasiado lejos».
Durante la sentencia de Julia Leanna Tomlin, su hija de 19 años pidió la máxima sentencia para la acusada y afirmó que la mujer nunca ha sido apta para ser madre.
«Solo le importa ella misma y nunca ha puesto como prioridad a ninguno de sus hijos, incluso cuando ella decía que lo hacía. Todos sus hijos han sido removidos de su cuidado y nunca deberían volver a ella», expresó.
La joven le dijo a la corte que Noah, el pequeño que falleció, recibió la peor parte de Julia, pues en los dos años que vivió, él solo fue testigo de odio y crueldad por parte de la mujer que se suponía que debía amarlo y protegerlo.
El menor fue reportado como desaparecido el 24 de junio de 2019 y la mujer declaró que ella cobijó a sus tres hijos en sus camas, pero Noah, quien tenía autismo, ya no estaba a la mañana siguiente.
Posteriormente, Julia dijo que su hijo se golpeó en la cabeza y se ahogó en la bañera cuando lo dejó sin supervisión, además de mencionar que había ingerido heroína.
El abogado, Anton Bell, dijo que la mujer llamó a una amiga y le pidió que llevara cosas de limpieza, además de llevarse el cuerpo del niño.
Tomlin confesó después que la madrugada del 23 de junio envolvió el cuerpo de Noah, lo puso en una caja de pañales, la cual empacó con tres bolsas de basura y se lo entregó a su amiga, que desconocía el contenido de la caja, para que se deshiciera de él.
Ella tiró el cuerpo del niño en un basurero del otro lado del pueblo, sin embargo, los restos de Noah fueron localizados tras varios días de búsqueda y la policía descubrió la sangre del menor en una pared de la habitación y una sábana que estaba en la basura.
El médico forense declaró que las heridas del menor coincidían con la fuerza de alguien cayendo de la punta de un edificio de múltiples niveles.
Asimismo, dijo que Noah presentó heridas significativas y severas, como una fractura en la quijada y una fractura en la caja toráxica.
El especialista mencionó que el crecimiento de Noah se vio paralizado, pues mucho antes de su muerte dejó de comer y eso coincidía con el dolor severo de un niño al que le resulta muy doloroso el comer.
Por su parte, el abogado de Tomlin intentó justificar a la mujer y dijo que la acusada había sufrido abuso mental y físico por parte de sus padres y de un novio que tuvo en la adolescencia.